El Aeronáutico es la pista de aterrizaje de las memorias de la
aviación del país, desde los días del "Telégrafo 1" hasta los del
K-FIR. Una casa con 88 años de historia. En Ecuador se vuela desde 1911. Esta
galería de la Fuerza Aérea Ecuatoriana realiza un vuelo hacia el desarrollo de
la aviación nacional, en un espacio de 3.000 metros cuadrados, distribuido en
tres ambientes. El primero es para recordar a los pioneros de esta actividad, a
partir de fotografías, documentos y 3 aviones históricos. En el segundo se
ilustra el sueño de volar, según las varias culturas del mundo. Y en el
tercero, el parque estático, el visitante aprecia los aeroplanos que surcaron
el firmamento del país.
Museo Aeronáutico de la FAE
Nadie puede atribuirse la primicia en el arte de volar. Aunque
despunten los inventos de Leonardo Da Vinci, en el siglo XVI; los globos
aerostáticos del XVIII; las experiencias de los franceses Montgolfier o los
ingleses Wright, a inicios del XX; o los vuelos audaces del brasileño Santos
Dumont. Desde las historias míticas de Dédalo e Icaro, el sueño de conquistar
los cielos ha sido universal. Y dentro de esa universalidad, las primeras
páginas de la aviación en Ecuador se saben de 1911, cuando se formó el "Club
Guayas de Tiro y Aviación", para el entrenamiento de pilotos. Relacionados
a este gremio surgieron los aviadores pioneros: el guayaquileño Cosme Renella y
el quiteño Pedro Traversari.
A partir de sus experiencias, el 27 de octubre de 1920 se decretó
la creación de la Escuela de Aviación Militar, la cual empezó a funcionar en
Durán, en la pista de "El Cóndor". Pero, sin dudas, el hito llegó el
4 de noviembre del mismo año, con el primer vuelo Guayaquil-Cuenca, efectuado
por los italianos Elia Liut y Ferrucio Guicciardi.
En la sala principal de este complejo se exhiben otros recuerdos
de la aviación nacional, como el paracaídas que utilizó Alfonso Vásquez, el
primer ecuatoriano en lanzarse desde 16.100 pies de altura; la réplica del
avión con el que se efectuó en 1931 el primer vuelo San Francisco-Quito; una de
las avionetas con las que se realizaban las primeras prácticas de guerra; los
uniformes que los aviadores han usado desde 1920; además de una galería con
modelos a escala de las naves que la FAE ha utilizado. La sala-auditorio
conserva más aviones a escala, misiles de guerra y aparatos de comunicación,
todo esto en un perímetro logrado por murales que explican la historia de la
aeronavegación, desde Icaro hasta las misiones espaciales. En este sitio
también se proyecta un vídeo sobre la misión de la FAE.
La visita concluye con un recorrido por el Parque Estático, junto
a la Base Militar Mariscal Sucre, donde han sido colocados los aviones más
importantes adquiridos por la FAE, desde los cincuentas. Allí se encuentran un
Camberra, bombardero inglés de 1956; un cazabombardero Meteor, de 1954; un
T-33A de combate; dos Trojan, de 1965; un DC-6B, avión estadounidense de 1960,
con capacidad para 60 pasajeros; un AVRO inglés; un AT-6; un C-47; un B-23; dos
avionetas Cessna; un B-25J; un impresionante hidroavión PBY-Catalina,
estadounidense, de 1970; y, un helicóptero Chickasaw S-55, empleado desde 1965
para transporte y rescate.
DIRECCIÓN: Av. La Prensa y Carlos V, interior de la Base Aérea al norte, otro acceso por el parque Bicentenario TELÉFONO: (593 2) 244-554
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