El obelisco que se levanta en el complejo de la Mitad del Mundo
alberga en su interior representaciones de las etnias de Ecuador. La tradición,
las labores y la cultura ancestral están en escena. El monumento en la Mitad
del Mundo es un coloso de andesita que guarda en sus entrañas la riqueza étnica
y cultural de la gente de Ecuador.
Con esta premisa, una visita al lugar es como el repaso de un
atlas, pero con el valor añadido del contacto directo. La enseñanza viene,
entonces, de la recreación, en nueve pisos, de la vestimenta, la vivienda y las
herramientas de trabajo de las nacionalidades del país. A la entrada, usted
será recibido por estudiantes de turismo de la Universidad Tecnológica
Equinoccial, el Instituto Superior de Turismo y el Instituto de Hotelería y
Turismo Internacional. Ellos serán su orientación en este viaje hacia las
raíces. Para iniciar el recorrido hay que dirigirse por ascensor hasta el
mirador. Allí la sensación es de vértigo, no solo por la altura (30 m.), sino
por la furia de los vientos que traen el polvo fino de las canteras de los
cerros aledaños: Casitagua y La Providencia. Además, en este sitio los guías
serán generosos en las explicaciones del globo terráqueo de la cúspide del
monumento: hecho en la Politécnica Nacional, elaborado con aleaciones de
aluminio y hierro, con un peso aproximado de cinco toneladas.
MUSEO MITAD DEL MUNDO
Después del frío exterior, el calor de los chachis y los
afroesmeraldeños en el noveno nivel. El lugar recrea un ambiente cálido-húmedo,
con imágenes del río Cayapas. De ahí, un salto al playa, con la escenificación
de una playa y la canoa, fiel amiga del cholo pescador. Luego, otro salto más
largo hacia el monte para recordar el espacio festivo del montubio. Y de ahí,
nuevamente otro movimiento: ahora hacia las selvas de Santo Domingo, el reino
de los colorados.
Continuando en el descenso, el museo reserva un espacio donde
África se encuentra con los Andes: dicho lugar exhibe a los negros del Chota,
junto a otros miembros de las demás comunidades tradicionales de la provincia
de Imbabura. Y de los otavalos, un viaje a Pichincha en el sexto piso. En este
espacio, machachis, oyambaros y carapungos se confrontan con los habitantes de
la gran Quito, en un ejercicio que ilustra la explosión demográfica, el
abandono del campo y el crecimiento caótico de las urbes. Después aparecen en escena
los grupos de Cotopaxi y Tungurahua. La material informativo de este nivel trae
a escena a panzaleos, salasacas y chibuleos, pueblos dedicados enteramente a
las labores agrícolas y artesanales. Aquí, las obras artísticas de los
habitantes de Tigua (Cotopaxi) despiertan mayor interés, especialmente sus
pinturas. Bajando unos escalones más, el recorrido asciende a las nieves
perpetuas del Chimborazo, desde donde se mira por las labores agrícolas y las
festividades de los guarangas, al oeste (en Bolívar) y los cachas, el este
(Chimborazo).
El tercer piso (séptimo en el gráfico), los sombreros de paja
toquilla, los tapices, las macanas y las fajas brillan por la tradición de los
pobladores de las provincias de Cañar, Azuay y Loja. El segundo y primer piso
están destinados a la exuberancia y exotismo de nacionalidades como cofanes,
quichuas, siona-secoyas, huaoranis, shuar y ashuar. La muestra en este sitio
ofrece fotografías de gran formato de estas comunidades en la selva virgen.
Además, los maniquíes recrean la vestimenta de estos pobladores, elaborada con
fibras vegetales, como la piquihua y la chambira, y semillas, como el caimito.
Y para que la visita al Ecuador quede completa, hacia la esquina suroriental
del complejo se levanta el área destinada a las Islas Galápagos.
Un viaje a las raíces se recrea en 9 niveles Los chachis de
Esmeraldas, los colorados de Pichincha, los panzaleos de Cotopaxi, los cofanes
de la Amazonia. Todas las etnias del país están invitadas a este recinto
cultural. En nueve pisos, el Museo Etnográfico Mitad del Mundo reseña,
provincia por provincia, la cotidianidad de las nacionalidades ecuatorianas.
Vivienda, vestimenta e instrumentos de trabajo de las comunidades son los
principales puntos de interés.
MUSEO ETNOGRÁFICO
En el interior del
monumento se expone un Museo Etnográfico, gracias al aporte museográfico del
Banco Central del Ecuador. La etapa inaugural fue el 9 de Agosto de 1982 y la
etapa definitiva el 24 de Mayo de 1985 a beneficio de los miles de turistas
tanto nacionales y extranjeros que nos visitan año a año. El museo trata de una
breve muestra de algunos de los diferentes grupos étnicos que conforman la
nación ecuatoriana.
El Museo consta de nueve niveles, planta baja y un mirador. La
visita se inicia en planta baja con el objeto de lograr una visión general de
la riqueza humana, geográfica y económica del país.
Con esta premisa, una visita al lugar es como el repaso de un
atlas pero con el valor añadido del contacto directo. La enseñanza viene,
entonces, de la recreación de las costumbres, tradiciones, vestimenta y
artesanías de la diversidad de nacionalidades indígenas del país distribuidas
por provincias, de las tres regiones: Costa, Sierra y Oriente.
En una sala se expone una
muestra de la variada flora y fauna de la Provincia de Galápagos y en otra sala
se encuentra un tablero eléctrico con mapa y fotografías en los que se señala
la ubicación geográfica de cada uno de los grupos étnicos del Ecuador.
Para iniciar el recorrido se dirige por un ascensor hasta el
mirador. Los guías en este sitio darán explicaciones del globo terráqueo y la
historia de la mitad del mundo, además podrán observar el entorno geográfico
que rodea al mismo y a la Ciudad Mitad del Mundo con sus locales comerciales,
talleres artesanales, museos culturales y científicos.
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